1- Los movimientos son muy relajados, suaves y lentos, y la mayor parte de ellos son curvas o círculos, así no se flexiona ni se extiende en exceso ninguna parte del cuerpo humano.
2- La práctica es uniforme en el ritmo y moderada en la velocidad.
3- Los movimientos son dirigidos por la mente conscientemente, y al de tiempo de practicar se puede conseguir que la conciencia dirija la energía para que fluya alo largo del movimiento.
4- Hay una alta coordinación entre la mente, la respiración y el cuerpo.
5- Se evita toda tensión y toda relajación innecesaria. Hay que saber contraer bien los músculos cooperadores de cada ejercicio y al mismo tiempo extender los antagonistas.